El arcano aliado para la temporada Virgo es el VIIII: El Ermitaño
Después de una temporada de exposición, manifestación y acción… la energía se vuelve nuevamente introspectiva y el arquetipo de El Ermitaño es perfecto para colaborar en la propuesta Virginiana: echar una nueva mirada al propio modo de vida, decidiendo cambios de actitud o trabajo personales 🌟
Es un gran momento para profundizar de forma activa, no tanto «dejar que decante», sino salir a buscar esas respuestas que tal vez venimos escuchando muy bajito dentro nuestro. Hacer silencio, alejarse del bullicio y poder subirle el volumen a nuestra sabiduría interior.
En la temporada anterior la propuesta era irradiar desde mi centro, desde mi yo, hacia afuera. Acá la cosa cambia, y el pedido es replegarnos y en esa acción comprender que somos mucho más que un yo. Comprender que estamos conectados, que la humanidad, la tierra toda, es un organismo vivo y que somos parte de algo muuuucho más grande.
Es bajarnos del pony del ego, y tomar la gran responsabilidad de ocupar el lugar que ocupamos, que ~ aunque no sea el central ~ seguramente sea de vital importancia.
Con El Ermitaño amplio mi consciencia haciendo un balance sincero ~ y por ende no siempre muy cómodo ~ del camino recorrido al momento. Me replanteo como lo quiero continuar. Es un checkpoint donde me fijo donde estoy parado, qué cosas concretas ya no me son útiles, qué dejé de lado y ahora requiero traerlo a primer plano, y también como todo eso se conecta con esa matrix más grande… pudiendo darle otra perspectiva u otro peso a algunas cosas tal vez.
Este arcano, como sucede en el eje Virgo-Piscis, nos invita a revisar nuestra vida terrenal con la consciencia de nuestro ser espiritual.
⚠ Su #darkside – su lado estancado – o algunos warnings sobre esta energía:
quedarse en apegos del pasado, no poder soltar esas mochilas, aferrarse a formas de actuar que ya no son ecológicas para nosotres, y también recluirse de forma excesiva o por mucho más tiempo del que en verdad necesitamos.
Mirando la carta de El Ermitaño podemos preguntarnos: ¿Qué necesito iluminar en mi vida?